REDES DE MUJERES Y NETWORKING: El poder se expande a medida que lo compartimos

He convertido en un principio rector la frase de una de mis mentoras: “El Poder se expande en la medida que lo compartimos”. Y el trabajar en redes es compartir.  

Una de las herramientas poderosas para lograr el empoderamiento personal y profesional es la conformación de redes de mujeres y el networking. De aquí surge la importancia de desarrollar y armar redes de relaciones. Entretejer una trama entre nosotras. El networking es el arte de desarrollar y mantener una red de contactos que producen un beneficio recíproco. Estos contactos son el capital social del cual disponemos, o sea, el valor que un individuo obtiene de los recursos accesibles a través de sus redes sociales.

El éxito del networking esta en la forma en que uno se relaciona con los demás. Dar es recibir. En las redes debemos dar. Debemos aprender a colaborar y estimular relaciones basadas en la confianza. Tener credibilidad. Esforzarnos por encontrar oportunidades para ayudar a otros y compartir sus conocimientos, cuanto más uno haga por los demás, más dispuestos estarán los otros a ayudarlo a uno. Las relaciones llevan tiempo, esfuerzo y crecen a su propio ritmo.

Es importante desarrollar la capacidad de compartir actividades que reúnan a un conjunto de individuos diferentes en torno a un punto común de interés. Es importante unirse a redes existentes y crear las propias redes. Identificar actividades compartidas como una manera de ampliar las propias redes. Las asociaciones profesionales, deportivas, culturales, religiosas, actividades de la comunidad, tienen un potencial ilimitado para hacer contactos. En cuanto se identifique algún interés común entre personas que en principio parecen no tenerlo, las barreras desaparecerán.

En esencia, hacer networking es fomentar relaciones positivas que nos llevan al crecimiento personal y profesional…Relacionarnos con personas que admiramos, respetamos, y con quienes compartimos ideas e intereses nos ayuda de todas formas: conociendo los éxitos de otras personas podemos saber qué es lo que funciona, y podemos identificar áreas en las que podemos mejorar... Para hacer un networking efectivo, es importante que éste venga desde un lugar de honestidad y transparencia… 

Podemos practicar los siguientes pasos: Primero, conocernos profundamente, y saber qué valoramos; segundo, tener claridad de nuestros intereses y metas; tercero, saber acercarnos a personas a quienes no conocemos; cuarto paso, poder iniciar una conversación con un interés genuino por la otra persona; el quinto, mantener el contacto a través del tiempo de una manera agradable, amistosa e informativa; y finalmente el sexto, ayudar cuando se puede y agradecer cualquier ayuda cuando se recibe.

Si tuviese que agregar algo más sobre el networking o la “gestión de las relaciones”, como me gusta llamarlo a mí, sería basarlo en relaciones auténticas y profundas entre las personas, y apalancarse sobre los cuatro acuerdos de la sabiduría tolteca, tal como nos enseña don Miguel Ruiz en su libro: Sé impecable con tus palabras, no te tomes nada personalmente, no hagas suposiciones y haz siempre lo máximo que puedas. En definitiva, una de mis máximas: “Haz con los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti”.

Estoy convencida de que la mayoría de los problemas son de relaciones. Por lo tanto, es algo que tenemos que cultivar y cuidar. Y otro punto importante: estar atentos a no dejarnos contaminar por nuestras propias etiquetas, prejuicios y estereotipos.

Hay que ser verdaderamente generoso con el otro, especialmente reconociendo su invaluable aporte. Todos, de una manera u otra, somos únicos, y nuestra participación e interacción es única.